El pasado miércoles la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), realizó una manifestación para protestar por la ausencia de respuestas satisfactorias para la recuperación de su fuente de trabajo en Mexicana de Aviación.
En realidad era uno más entre tantos otros plantones sufridos por los capitalinos de manera regular, lo diferente fue la reacción del gobierno capitalino, en esta ocasión, después de un tibio intento de negociación, procedieron a retirarlos, con lujo de violencia lastimaron al menos a ocho de ellos y a su líder, de nombre Fernando Perfecto, lo detuvieron para trasladarlo al ministerio público, fue liberado unas cuantas horas después.
El secretario de gobierno José Ángel Ávila declaró ¨ nosotros hemos actuado con toda responsabilidad ¨, para justificar la represión de que fueron objeto los pilotos aviadores. Los principales argumentos para sostener su proceder pasan por señalar desde la afectación vial grave en los alrededores de la Secretaría de Comunicaciones, hasta el bloqueo al paso del trolebús y el metrobús. Además le pareció correcto el accionar de la policía y, muy solidariamente, les manifestó la simpatía por su movimiento por parte del gobierno capitalino. O lo que es lo mismo: les dio un coscorrón, los regañó para que ya no hagan tonterías, pero le caen muy bien los muchachitos estos.
El contraste lo hace la forma tan tolerante como se comporta el mismo gobierno con otros grupos, a los cuales les permiten prácticamente todo, sin ningún límite, por ejemplo, a los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas se les deja bloquear avenidas importantes por horas, vandalizan autos y comercios, golpean a quienes consideran sus rivales y, en el colmo, no se hace nada cuando se plantan por días en la plancha del zócalo y, además, los ayudan a negociar su retiro a cambio de dinero para permitirle al gobierno federal llevar a cabo el desfile del mes de septiembre. Las imágenes en los medios los mostraron jubilosos al lado del jefe de gobierno celebrando la conquista económica. Cuando se retiraron dejaron la plancha de la plaza mayor hecha todo un cochinero, pintarrajeada y perforada en varios sitios, la reparación de todo corrió, faltaba más, a cargo del gobierno del D.F.
El rasero con que fueron medidos los pilotos de ASPA, parece ser muy distinto al utilizado con otras agrupaciones, si esta acción marca un cambio de política hacia las marchas y plantones, tendríamos que ver en las próximas semanas o meses reacciones similares con tantos grupos afines al perredismo que han convertido la vida en la ciudad en un calvario para automovilistas y peatones. La verdad va a ser muy interesante observar a los granaderos hacer lo mismo con Antorcha Campesina, para su siguiente plantón alrededor de la Secretaría de Gobernación seguramente van a ir bien pertrechados para proceder a retirarlos a la fuerza y no generen tráfico, tal y como mencionaron esto como factor con los pilotos. Adicionalmente es de esperar nunca más volvamos a vivir un plantón en Reforma como el protagonizado por el anterior candidato presidencial del PRD.
Si no sucede esto estaremos en presencia de una muy particular selectividad para tolerar las manifestaciones, marchas y plantones, de los preferidos y, por supuesto, la represión inmediata y directa de aquellos no vistos con buenos ojos por las autoridades locales.
A lo mejor los grupos capaces de ofrecer votos o movilizaciones a favor de un candidato en particular sean beneficiados con esta política con preferencias específicas para algunos y, aquellos identificados con los contrarios sean objeto de represión inmediata. Parece como si lo que piden para ellos, respeto y tolerancia, sean incapaces de ofrecerlo para los demás.
La cereza del pastel en esta actitud la puso, para variar, el diputado Gerardo Fernández Noroña, indignado porque en una publicación propia de la Iglesia acusaron de flojos e irresponsables a los diputados, calificó esto como una intromisión en la vida política, claro ellos pueden acudir a acosar al cardenal en catedral y decir lo que quieran de quien sea, pero que nadie les haga lo mismo por que se molestan. Vaya cachaza de este tipo de políticos.
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