En los últimos días se han difundido noticias sobre actos de intolerancia seria contra migrantes, esto seguramente nos indignaría si estuviera sucediendo en contra de nuestros compatriotas en cualquier ciudad de los Estados Unidos, pero lo sorprendente es que sucedió en México, en agravio de centroamericanos de paso por nuestro país, desde una manifestación pública para rechazar la presencia de un refugio para darles un respiro en su viaje, hasta la trágica noticia del ajusticiamiento de uno de ellos por parte de unos jóvenes agraviados por un supuesto asalto cometido por la víctima de este lamentable homicidio.
Como sociedad exigimos para nosotros un trato en tanto actuamos exactamente en sentido contrario para con aquellos con carácter de migrantes en nuestro país.
La movilidad de grandes volúmenes de personas es un fenómeno consistente en todo el mundo, así como se desplazan de Africa a Europa, de México hacia Estados Unidos, o de Centroamérica hacia cualquier país mas al norte, por mencionar algunos ejemplos, la variable constante en todos los casos es la búsqueda de una oportunidad de desarrollo social y económico. Las causas más importantes para estimular este fenómeno se encuentran en el desempleo, la pobreza, los bajos niveles salariales y la inseguridad. Ante la presencia de estos factores se incrementa la población dispuesta a abandonar su lugar de origen, asumiendo todos los riesgos que conlleva una aventura de esta dimensión.
Entendiendo a la migración como el hecho de desplazarse a un lugar distinto al que se pertenece y la inmigración como encontrar el lugar propicio y radicar en el, podemos señalar que, de acuerdo a datos del INEGI (encuesta Nacional de ocupación y empleo 2006-2009), en caso de México sigue siendo mayor el número de personas que abandonan el país que el de los que se instalan en el. En 2009 el número de inmigrantes fue de 420 mil; en ese mismo periodo el de emigrantes fue mayor, 557 mil. Un año antes, en 2008 inmigraron a México 415 mil personas y dejaron el país 658 mil; en tanto que dos años antes en 2007 el número de inmigrantes fue de 448 mil y el de emigrantes de 902 mil. La tasa de emigración ha disminuido, en tanto la de inmigración se ha mantenido constante.
Las causas por las que menos mexicanos buscan salir del país parecen radicar en la crisis económica por la que pasan nuestros vecinos del norte así como el incremento de las acciones en la frontera por parte de la “migra” y el endurecimiento de las leyes, como en el caso de la ley SB1070 de Arizona que permite el trato de inmigrantes ilegales como delincuentes comunes. También han ayudado políticas y acciones de repatriación del actual gobierno, como el programa binacional de repatriación voluntaria del que han sido beneficiarios 160 mil mexicanos quienes han encontrado el espíritu solidario y las condiciones para regresar a su lugar de origen apoyados en programas federales acertados.
La parte que debe preocuparnos seriamente es el nivel de intolerancia e incomprensión que estamos desarrollando como sociedad, en detrimento de migrantes de paso por nuestro país, es necesario entender que México representa un destino codiciable para muchos lugares de centro y Sudamérica, incluso para nacionales de Europa o Asia,por ejemplo, la colonia española o china, por mencionar algunas, han hecho grandes aportaciones y se han incorporado por completo a la sociedad mexicana. Tenemos una tradición de generosidad, tolerancia y compromiso con pueblos hermanos que no debemos cambiar ni mucho menos abandonar.
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